sábado, 26 de enero de 2013

MAUSOLEO DE ADRIANO


La tumba del emperador Adriano refleja la tendencia romana por los enterramientos de planta circular. Fue inaccesible durante siglos y sólo en 1825 se identificó la entrada en medio del lado este.

El mausoleo fue construido hacia el año 130 n.e. en la orilla derecha del Tiber. Adriano, para facilitar el acceso al mausoleo, mando construir un nuevo puente sobre el río, llamado puente Elio.

Estaba formado por un potente cuerpo cilíndrico, con un recinto totalmente revestido de mármol. Un túmulo de tierra con cipreses y otras plantas coronaba la cima, donde se alzaba una cuádriga de bronce con la estatua de Adriano. Una rampa helicoidal conducía a la cámara funeraria, donde el emperador fue enterrado en el año 139 n.e., un año después de su muerte, cuando el mausoleo fue terminado por Antonino Pío. Más tarde fue utilizado como lugar de enterramiento para Septimio Severo, Geta y Caracalla.


El actual edificio de hormigón y ladrillo no refleja la riqueza de la mole adriana lujosamente adornada con estatuas y mármoles.



sábado, 12 de enero de 2013

ARA PACIS AUGUSTAE


El Altar de la Paz, reconstruido en la década de 1930 con ocasión de la celebración del bimilenario del emperador Augusto, fue inaugurado en el año 9 a.n.e por el Senado romano después de la victoria del emperador sobre Hispania y la Galia y és la obra maestra del arte romano en los relieves. Dos entradas situadas en los laterales más largos del rectángulo que forma el muro exterior conducen al altar, que se eleva sobre un podio escalonado. El muro marmóreo está decorado con relieves tanto en el interior como en el exterior. Junto a las puertas de entrada están representadas escenas de contenido mitológico y alegórico, mientras que los relieves de los laterales más estrechos muestran una imponente procesión de la familia imperial. El ara Pacis constituye un importante monumento político y propagandístico de la época de Augusto. Mitos, historia y religión simbolizan la época de la paz que, después de siglos de luchas, se inició gracias a la política del nuevo monarca imperial. 



Detalle del relieve de la Madre Tierra, majestuosamente sentada en un trono de rocas, acoge en su regazo a dos niños en alusión a Rómulo y remo, a la vez que está acompañada por dos figuras, el Aire y el Agua, sentados sobre un cisne y un monstruo marino, respectivamente, a cuyos pies se desarrollan frutos como la espiga y las cañas o animales como el cordero y el buey, junto a un jarrón que, caído, está derramando agua.



Recreación moderna del Ara Pacis en todo su esplendor.